¿Cómo pueden mejorar los robots sociales nuestra salud?

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Cuando hablamos de robots, tenemos la sensación de que se trata de algo muy lejano y propio del futuro. Sin embargo, no lo es tanto. Más bien, los robots ya forman parte del presente: el robot aspirador y el robot de cocina dejaron de ser objetos extraños en nuestros hogares hace años. Estos dos son ejemplos de robots domésticos. Pero, ¿conoces los robots sociales?

Como curiosidad, la palabra “robot” proviene de una obra de teatro de 1920. Esta obra se llama “Robots Universales Rossum”, y su autor es Karel Čapek, un literato de la época. Este término, en checo, significa “trabajo forzado”.

¿Qué es un robot social?

Los robots son máquinas que realizan acciones de forma automática o semiautomática, la mayoría de las veces, bajo seguimiento humano. Sin embargo, esta definición está evolucionando, de modo que hoy en día se puede hablar de robots autónomos inteligentes. Es decir, robots que analizan el entorno y son capaces de tomar decisiones a partir de los datos que recoge.

Pero, ¿y si ese robot autónomo inteligente pudiera “comunicarse” con nosotros? Esta fue la premisa de la robótica social, que comenzó a desarrollarse en los años 90. Este ámbito de la ciencia se encarga de diseñar robots capaces de interactuar con personas, siguiendo nuestros patrones de comportamiento y pautas sociales. En otras palabras, son robots que hablan, entienden y aprenden de las personas y de su entorno.

A menudo se culpa a los robots sociales de tratar de reemplazar a los seres humanos. En este sentido, los expertos indican que el objetivo de estos robots es aliviar a las personas de las tareas repetitivas, monótonas o incluso peligrosas. Por eso son muchas las personas que abogan por un futuro en el que los robots (sociales o no) coexistan con las personas, haciéndonos la vida más fácil.

3 usos de los robots sociales en el sector salud

Tampoco es novedad el uso de robots en el ámbito sanitario. El robot DaVinci es un ejemplo de tecnología de última generación que cada vez está más presente en los hospitales. Pero, ¿qué aplicaciones tienen los robots sociales en el sector salud? Estos son 3 usos de la robótica social en este ámbito:

  1. Acompañamiento de personas mayores: existen robots especializados en cuidar a las personas de más edad. Están entrenados no solo para entretener a las personas y proponerles ejercicios, sino también para detectar si, por ejemplo, se ha producido una caída. Además, algunos robots sociales están pensados para ayudar a las personas mayores en el hogar mediante la realización de las tareas diarias.
  2. Asistencia en terapias contra el alzhéimer: algunos robots sociales están diseñados para asistir en terapias contra el alzhéimer. Lo que suelen hacer es mantener una conversación con el paciente. Con el paso del tiempo, la conversación se vuelve más compleja, lo cual favorece la estimulación cognitiva.
  3. Apoyo para niños con trastornos del espectro autista: los robots sociales han demostrado su eficacia para interactuar con niños con algún trastorno del espectro autista. Los más pequeños suelen tener curiosidad por los juguetes mecánicos, por lo que, en muchas ocasiones, los robots sociales les pueden ayudar a relacionarse y comunicarse.

Como la ciencia y la tecnología continúan avanzando, posiblemente estos 3 usos sean solo el principio. Quizás los robots sociales evolucionen hasta terminar siendo la mayor apuesta de cuidados sociosanitarios y terapéuticos del futuro.

Recuerda

Aunque parezca un tema futurista, lo cierto es que los robots ya son parte de nuestras vidas.
Cuando los robots son capaces de relacionarse y comunicarse con los seres humanos, se les llama robots sociales.
Los robots sociales están resultando ser una gran herramienta para llevar a cabo algunas.