El lupus es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmunológico, erróneamente, “ataca” al cuerpo, produciendo inflamación y dolor. Se trata de una enfermedad crónica y no tiene cura, aunque sus síntomas pueden ser controlables a través de un adecuado tratamiento.
El próximo 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, que afecta a unas 75.000 personas en España. A pesar de estar documentada desde el siglo V a.C., el conjunto de síntomas que lo producen no obtuvo denominación hasta el siglo XIII. “Lupus” proviene del latín “lobo”, debido a que la sintomatología que provoca en la piel recordaba a los médicos a las mordidas de este animal.
Síntomas más comunes del lupus
Una de las características de esta patología autoinmune es que no existen signos claros de su aparición, puesto que pueden variar considerablemente dependiendo de la persona. Sin embargo, algunos de los síntomas más conocidos son:
- Dolor o hinchazón articular
- Malestar muscular
- Dolor al respirar profundamente
- Erupciones en la piel, normalmente, en la cara. Es característico que estas marcas aparezcan en forma de mariposa.
- Pérdida de cabello
- Fiebre sin motivo
- Fatiga extrema
- Sensibilidad al sol
Las personas con lupus suelen experimentar brotes, es decir, momentos en que los síntomas se manifiestan con mayor intensidad. A estos brotes les siguen periodos de remisión, en los que estos síntomas son más leves o incluso desaparecen.
Algunas posibles causas
Todavía se desconoce cuál es la causa exacta de la aparición del lupus. Al tratarse de una enfermedad autoinmune, se entiende que aparece cuando el sistema inmunitario ataca a los tejidos sanos. Por el momento, solo se han podido describir algunos de sus posibles desencadenantes para que esto ocurra, y entre ellos están:
- Infecciones: cursar una infección puede desencadenar la aparición de lupus, o provocar brotes entre quienes ya lo padecen.
- Cambios hormonales: la pubertad, los ciclos menstruales, el embarazo y la menopausia constituyen cambios hormonales que pueden influir en el correcto funcionamiento del sistema inmune.
- Medicamentos: algunos tipos de medicamentos pueden causar la aparición de esta patología. Se ha podido determinar que los fármacos para la presión arterial, algunos antibióticos y anticonvulsivos pueden provocarlo.
- El sol: la exposición a la luz solar puede conllevar la aparición de ciertas lesiones asociadas al lupus en personas propensas a esta enfermedad.
- Estrés elevado: ya sea emocional o relacionado con intervenciones en el organismo, como una cirugía, puede originar lupus.
- Genético: existen evidencias de que las personas pueden tener una genética asociada a las enfermedades autoinmunes. Esto significa que los antecedentes familiares con artritis reumatoide o esclerosis múltiple, por ejemplo, bastarían para desarrollar lupus hereditario.
Teniendo en cuenta todos estos factores, las mujeres en edad reproductiva serían el perfil de paciente más común. De hecho, se calcula que 9 de cada 10 pacientes con lupus son precisamente mujeres.