6 consejos para unos oídos sanos

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Nuestros oídos son órganos muy delicados y sensibles que están expuestos a muchos agentes externos. El frío, el agua o los sonidos estridentes pueden alterar su salud y afectar a nuestra calidad de audición de forma irreversible. De hecho, se estima que en España hay más de un millón de personas que sufren de pérdida auditiva sin saberlo.

Consejos para cuidar nuestros oídos

Contrariamente de lo que se suele pensar, nuestra salud auditiva puede verse afectada a cualquier edad. Si bien a medida que envejecemos vamos perdiendo calidad de escucha, nuestros hábitos diarios pueden acelerar el proceso. De hecho, la edad es solo uno de los múltiples factores que pueden poner en riesgo a estos órganos.

La genética, la falta de higiene, infecciones mal curadas o la exposición a sonidos muy altos también pueden afectar negativamente a nuestra audición. Para disfrutar de un buen oído durante muchos años y olvidarnos del molesto dolor que causan cuando están dañados, lo más recomendable es:

  1. Protegerlos del frío: los vasos sanguíneos que se sitúan alrededor de los huesos internos de nuestras orejas se pueden ver afectados durante el invierno y dañar nuestro oído interno. Además, el frío puede causar infecciones que, de no tratarse correctamente, podrían tener consecuencias muy graves.
  2. Tapones para bucear: si vamos a pasar demasiado tiempo debajo del agua debemos tener especial cuidado con nuestros oídos. El agua puede provocar taponamiento o dolor agudo y derivar en una otitis del nadador. Esta afección es muy común en los más pequeños.
  3. Música sí, pero a un volumen adecuado: nos gusta escuchar música, pero conviene bajar el volumen en la medida de lo posible, sobre todo si utilizamos aparatos como cascos o auriculares. También podemos utilizar protectores auditivos, sobre todo si trabajamos con intensidades muy altas de ruido, y disminuir el tiempo de exposición a los sonidos muy estridentes.
  4. Higiene correcta, un oído sano: suelen limpiarse por sí solos al masticar o hablar, ya que el movimiento de la mandíbula ayuda a que la cera se seque y se caiga. No obstante, aunque esta no es perjudicial para nuestros oídos, conviene visitar a un especialista al menos una vez al año para que nos realice una limpieza auditiva correcta.
  5. No introducir objetos extraños: una correcta higiene no es sinónimo de bastoncillos para los oídos o velas. De hecho, esto puede ser muy perjudicial para ellos. Para limpiarlos basta con enjaguarse cuidadosamente en la ducha.
  6. Cuidado con las gripes: nuestros oídos están conectados con la boca y la nariz, por lo que están en riesgo de infección cuando estamos enfermos. Una otitis mal curada puede causarnos una pérdida de audición irreversible, por lo que debemos acudir al médico para evitar complicaciones.

Recuerda:                                                        

  • Nuestros oídos son órganos muy sensibles que, a diario, están expuestos a agentes externos. Los ruidos estridentes, el frío y las infecciones, pueden dañarlos de forma irreversible.
  • Para mantenerlos limpios bastan con lavarlos con agua en el momento de nuestro aseo personal. Los bastoncillos de algodón con desaconsejables para su higiene.
  • Acude a un especialista a menos una vez al año.