¿Por qué se nos cae más pelo en otoño?

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Con la llegada del otoño, muchas personas notan un aumento significativo en la cantidad de cabello que se queda en la almohada, el cepillo o la ducha. Este fenómeno, aunque preocupante para algunos, es en realidad una manifestación del ciclo natural del cabello. La caída de pelo en otoño es un proceso fisiológico frecuente, intensificado por factores biológicos y ambientales propios de esta estación del año.

Durante los meses otoñales se acentúa una fase específica del ciclo capilar conocida como efluvio telógeno estacional. Esta etapa, en la que los folículos pilosos entran en reposo antes de desprenderse, explica la pérdida de entre 100 y 300 cabellos al día durante 8 a 12 semanas. Aunque parezca alarmante, este fenómeno es completamente reversible y no representa, en la mayoría de los casos, un problema de salud capilar grave.

La ciencia detrás del ciclo capilar estacional

Este aumento en la caída de pelo en otoño responde tanto a procesos fisiológicos como a factores externos que intensifican esta pérdida estacional. Las principales causas de este fenómeno son:

  • Cambios en la luz solar: la reducción de horas de luz solar disminuye la producción de melatonina, hormona que regula el crecimiento capilar, provocando que más folículos entren en fase de caída.
  • Estrés postvacacional: el regreso a la rutina y a las obligaciones tras el verano puede aumentar el nivel de estrés, un factor conocido que afecta directamente al ciclo capilar.
  • Daños acumulados durante el verano: la exposición solar, el cloro, la sal y el uso de herramientas térmicas o productos agresivos debilitan la fibra capilar, favoreciendo su desprendimiento.

Este proceso no solo es natural, sino también una muestra del funcionamiento saludable de nuestros folículos. De hecho, el cabello caído suele ser reemplazado por uno nuevo en un ciclo continuo que, aproximadamente cada 4 años, renueva completamente la cabellera.

¿Cuándo preocuparse y qué medidas tomar?

Aunque la caída de pelo en otoño suele ser un proceso transitorio, existen casos en los que conviene acudir a un dermatólogo. Es aconsejable buscar asesoramiento médico si la pérdida se prolonga más allá de los 3 meses, si aparecen zonas con calvicie o una disminución visible de la densidad capilar. También, si se manifiestan síntomas asociados como picor, inflamación o descamación. Para reducir el impacto del efluvio telógeno y preservar la salud del cabello, es conveniente adoptar una serie de cuidados específicos:

  • Mantener una dieta equilibrada rica en hierro, zinc, biotina y omega 3.
  • Usar productos específicos para cueros cabelludos sensibles.
  • Evitar peinados tirantes y el uso excesivo de calor o químicos.
  • Reducir el estrés mediante técnicas de relajación o actividad física.
  • Masajear el cuero cabelludo durante el lavado para estimular la circulación.

En la mayoría de los casos, la caída estacional es solo eso: una fase más del ciclo de renovación del cabello. Sin embargo, si existen dudas, lo más sensato es buscar la opinión de un profesional especializado que pueda descartar otros tipos de alopecia o patologías capilares subyacentes

Recuerda

En otoño, la caída de entre 100 y 300 cabellos diarios es un proceso normal provocado por el efluvio telógeno estacional.
La disminución de la luz solar, el estrés postvacacional y los daños acumulados en verano intensifican esta pérdida capilar.
Si la caída persiste más de 3 meses o aparecen zonas de calvicie, se recomienda acudir a un especialista en dermatología capilar.