¿Puede la impresión de órganos en 3D cambiar los trasplantes para siempre?

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En la actualidad, cuando una persona necesita un trasplante, la única manera de hacerlo es mediante la donación de órganos y tejidos. Sin embargo, suele haber menos donantes que personas en necesidad de trasplante, por lo que se puede hablar de escasez. Pero, ¿y si se pudieran crear órganos a medida? Esta es la propuesta de la impresión 3D de órganos artificiales.

Es importante recordar que España es uno de los países líderes en donación de órganos. La gran mayoría de ellos son de riñón, y un 30% de estos son de donante vivo. Sin embargo, muchos pacientes deben esperar meses e incluso años antes de encontrar un donante compatible. Si la tecnología avanza lo suficientemente rápido, la posibilidad de crear órganos a medida solucionaría este problema.

¿Es posible la impresión de órganos en 3D?

Las impresoras 3D que conocemos utilizan filamentos de material termoplástico para crear un modelo. La idea de la impresión 3D de órganos es emplear materiales biocompatibles con células del paciente. De este modo, se evitarían en gran medida los posibles rechazos asociados al trasplante.

Aunque suena sencillo de hacer, no lo es. El gran problema al que se enfrentan los investigadores es imitar la vascularización, es decir, los vasos sanguíneos que recorren el órgano. De momento se ha logrado crear pequeñas muestras funcionales de ciertos tejidos que alcanzan una vida de unos 42 días.

Utilidades actuales de la bioimpresión 3D

Es posible que, sabiendo todo esto, la idea de crear órganos artificiales mediante la impresión 3D en la práctica clínica suene lejana. Sin embargo, no lo es tanto. Esta clase de impresión 3D con materiales compatibles con nuestro organismo ya se está utilizando en la práctica. Concretamente en dos casos:

  1. Para practicar operaciones complejas. Por ejemplo, cirujanos de un hospital infantil de Boston, en Estados Unidos, planifican cirugías delicadas en niños y bebés con maniquíes impresos en 3D. De este modo, se mejoran las posibilidades de éxito en la operación real.
  2. En ciertas clases de implantes. La mayoría de implantes emplean medidas estándar, aunque cada persona sea distinta. En este sentido, la impresión 3D permite personalizar ciertos implantes, algo que se está empezando a implementar en casos de reconstrucción facial.

Cabría preguntarse si la impresión 3D supondrá el final de la escasez de órganos que se viene manifestando desde que los trasplantes se abrieron camino en la medicina.

Además, en el plano económico, se espera que la implementación de la impresión 3D en el campo de los trasplantes reduzca costes.

Recuerda

Existen más personas que necesitan un trasplante que órganos para trasplantar, algo que la impresión 3D podría cambiar.
El escollo principal de los órganos impresos en 3D es la imitación de la vascularización.
La impresión 3D ya se emplea en la práctica clínica para algunos casos.