Cómo entrenar y mejorar la coordinación: ejercicios y técnicas básicas

Compartir

La coordinación es la capacidad que tenemos las personas para realizar movimientos de una manera precisa, eficiente y ordenada. Es decir, es la condición que nos permite mover nuestros músculos y huesos de forma sincronizada, y esta suele deteriorarse con el paso de los años. Por ello, es muy importante aprender a entrenar y mejorar la coordinación para activar y fortalecer todas las capacidades cognitivas de nuestro cuerpo, como la concentración, y facilitar así la realización de las actividades de nuestro día a día.

¿Cuántos tipos de coordinación existen?

Existen varias clasificaciones para hablar sobre los tipos de coordinación que existen. Pero, en general, se pueden resumir de la siguiente manera.

  • Coordinación dinámica-general. Constituye la capacidad básica de mover diversas partes del cuerpo de forma eficiente sin que unas afecten a otras como, por ejemplo, caminar o correr.
  • Coordinación segmentada. Este tipo de coordinación se basa en aumentar la destreza sobre algunas partes del cuerpo (segmentos), como pueden ser las actividades que requieren puntería (golpear una pelota con el pie o la cabeza).
  • Coordinación espacial. Se produce en aquellas circunstancias en las que los movimientos deben adaptarse a un espacio o a una trayectoria.
  • Coordinación intermuscular. Este tipo de coordinación guarda relación con la activación o reacción de la musculatura en el momento de realizar un movimiento determinado como, por ejemplo, saltar.
  • Coordinación intramuscular. Es la capacidad física que presentan los músculos al contraerse para provocar movimientos como, por ejemplo, golpear el suelo con los pies.

Técnicas y ejercicios para mejorar la coordinación

Habilidades como el equilibrio, la orientación o la reacción a estímulos externos dependen directamente de la capacidad de coordinación, por lo que resulta fundamental saber cómo mejorarla.

En este sentido, el entrenamiento de la coordinación solo se puede lograr realizando determinados pasos y ejercicios como los que señalamos a continuación:

1. Ejercicios de equilibrio: 

Los ejercicios de equilibrio ayudan a mejorar la capacidad que tiene una persona para distribuir uniformemente su peso. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos de edad avanzada (65 años o más) realicen actividades destinadas a reforzar el equilibrio y la coordinación, así como el fortalecimiento de los músculos, para ayudar a prevenir tropiezos y caídas. Por ejemplo, puedes probar a quedarte en un pie durante 20 a 30 segundos a la vez, y después cambiar al otro pie. También puedes practicar caminando en línea recta, colocando un pie delante del otro con cada paso.

2. Juegos con pelota

Son otra de las técnicas que puedes seguir para mejorar tu coordinación. Gracias a la rapidez de los rebotes, podrás estimular tus reflejos y complementar tu entrenamiento de psicomotricidad. Por ejemplo, puedes hacer sentadillas lanzando una pelota al aire y atraparla al vuelo a la subida. Asimismo, existen una gran cantidad de deportes que ayudan a mejorar la coordinación, la agilidad y la capacidad de reacción, como es el caso de los deportes con raqueta.

Saltar a la comba

Saltar a la comba ayuda a mejorar la resistencia, la velocidad y la coordinación. Además, permite trabajar el tren superior y el inferior, potenciando la fuerza de piernas, brazos y abdomen.

4. Entrenamiento de fuerza

Los ejercicios de fuerza pueden influir de manera determinante en la coordinación y los sentidos propioceptivos, especialmente aquellos enfocados a fortalecer las rodillas y los hombros. Al desarrollar fuerza los músculos, es posible construir una base más fuerte para mejorar la conciencia corporal y las capacidades físicas de cada persona.

5. Practicar frente al espejo

Otra de las técnicas que pueden ayudar a entrenar y mejorar la coordinación es practicar diferentes ejercicios frente al espejo. Por ejemplo, puedes probar a levantar el brazo izquierdo y mover hacia un lado la pierna derecha, y después, repetir los movimientos en el lado contrario.

Recuerda:

  • La coordinación es la condición que nos permite mover nuestros músculos y huesos de forma sincronizada, y esta suele deteriorarse con el paso de los años.
  • Habilidades como el equilibrio, la orientación o la reacción a estímulos externos dependen directamente de la capacidad de coordinación.
  • Los ejercicios de equilibrio y fuerza pueden influir de manera determinante en la coordinación y los sentidos propioceptivos del cuerpo.