Adicción a la tecnología: ¿estamos demasiado enganchados?

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¿No puedes pasar ni un minuto sin ver el móvil? ¿Lo primero que haces al levantarte es ver tus redes sociales? ¿Estás con tu familia pero no habláis porque cada uno está con su móvil? Pues es probable que estés “enganchado” a las nuevas tecnologías.

Bien es cierto que hoy en día los teléfonos móviles, las tablets y los ordenadores forman parte de nuestra vida diaria, pero el problema viene cuando no somos capaces de estar sin ellos y nos crea una dependencia, es lo que se llama nomofobia (no-mobile-phone-phobia), un miedo patológico que puede provocar la abstinencia.

¿Demasiado atado a mi móvil?

Según diferentes estudios, una persona pasa casi tres horas al día utilizando su teléfono móvil y dos de cada tres adultos sufren de privación crónica del sueño debido al uso de dispositivos electrónicos. Esto llega a tener tal magnitud que los expertos ya han puesto nombres a los trastornos de comportamiento que pueden generar estas adicciones, al igual que la nomofobia:

  • Fomo (fear of missing out): miedo a perderse algo de lo que sucede en la red.
  • Phubbing: estar más pendiente del móvil en cualquier reunión social.
  • Whatsappitis: tener que contestar los mensajes de Whatsap al momento.
  • Vampiring: necesitar estar constantemente conectado, incluso perdiendo horas de sueño.
  • Craving: dependencia psicológica que genera una ansiedad al no poder mirar el móvil por cualquier motivo.

Todo esto puede convertirse en algo patológico y afectar a nuestro entorno personal, laboral y afectivo. Pero la preocupación principal de los expertos y las familiar se centra en los adolescentes. Estos nativos digitales, que han nacido con el móvil “debajo del brazo”, no se imaginan la vida sin estos dispositivos y el hecho de no estar conectado a las redes sociales, o de no poder chatear con sus amigos, puede crearles ansiedad y miedo a quedarse desconectados de su círculo social.

En países como Estados Unidos ya existen clínicas de rehabilitación para personas con adicción a su Smartphone, internet o videojuegos. Si bien el término adicción siempre se ha relacionado con sustancias químicas, parece que las adicciones conductuales generan en el cerebro unas respuestas muy parecidas a las sustancias estupefacientes.

¿Qué problemas pueden derivar de esta nueva adicción?

Es indiscutible que estas herramientas digitales tienen grandes ventajas y que, su buen uso, repercute de manera beneficiosa en nuestras vidas, haciéndolas más fáciles e inmediatas. Pero, ¿qué ocurre si nos “enganchamos”?

  • Puede convertirse en una prioridad en vez de en una herramienta.
  • El uso continuado de las redes sociales puede aislarnos de realidad y provocar problemas de autoestima o adicción, distorsionar nuestra realidad, o incluso alejarnos de nuestros amigos y familiares.
  • Algunas enfermedades oculares como la vista cansada o sentir dolor y rigidez en las manos, son síntomas de pasar demasiado tiempo utilizando el móvil. Además, podemos sufrir dolor de espalda o cuello a causa de las malas posturas que adoptamos al usar nuestro ordenador o tablet.
  • Nuestro sistema nervioso también puede verse alterado y generar nerviosismo o déficit de atención.
  • Los dolores de cabeza y el insomnio también son problemas derivados del uso indiscriminado de los dispositivos electrónicos.
Los videojuegos, otro gran problema

No solo el móvil o los ordenadores pueden convertirse en una obsesión. Los videojuegos pueden ser entretenidos y su uso responsable puede ser beneficioso para nuestra salud. Pero cuando pasamos demasiadas horas delante de la consola, esta se convierte en nuestro enemigo.

Perder la noción del tiempo, la disminución de nuestras relaciones personales o del rendimiento académico o problemas de agresividad o ira, son conductas estrechamente relacionadas con pasar demasiado tiempo jugando a videojuegos.

¿Qué podemos hacer?

Principalmente debemos intentar reducir el uso de estos dispositivos móviles y hacer un uso más saludable de las nuevas tecnologías:

  • Establecer horarios de uso: fuera de las comidas, por ejemplo.
  • Silenciar las notificaciones.
  • Guardarlo si estamos con otras personas.
  • No usarlo mientras se conduce, aunque ya está penado por la ley, o se realizan tareas que requieren nuestra atención.

Encontrar otro tipo de hobbies “offline” también nos ayudarán a desengancharnos (si lo estamos) o a no caer en esta adicción.

Por otro lado, si notamos que tenemos alguno de los síntomas comentados anteriormente, o vemos que tenemos una gran ansiedad cuando no tenemos nuestro móvil cerca, debemos ponernos en manos de un especialista que nos ayude a tratar este problema, antes de que se convierta en un problema mayor.

Recuerda:

  • Las tecnologías con herramientas que nos permiten relacionarnos con mayor facilidad y que son excelentes para entretenernos, pero no podemos dejar que controlen nuestra vida. Si sentimos algún síntoma que nos alerte de que podemos sufrir una adicción, debemos acudir al médico o al psicólogo.
  • El uso del teléfono móvil u de otros dispositivos pueden generar problemas de salud como pérdida de visión, dolores de espalda o cabeza e incluso problemas psicológicos como ira o depresión.