La Navidad es, de todo el año, el momento en que más reencuentros se producen, normalmente, alrededor de una mesa. Se trata de un momento especial en el que es cada vez más habitual que haya comensales con alergias e intolerancias. En este sentido, es crucial que estas personas puedan disfrutar de la magia de estás fechas sin preocuparse por posibles alergias e intolerancias en Navidad.
Además, la inclusión de las personas con alergias e intolerancias en el menú navideño es un gesto más de cariño. Al comprender y respetar sus necesidades, creamos un ambiente acogedor que, en definitiva, es la definición de la Navidad.
Consejos básicos para evitar alergias e intolerancias
En primer lugar, debemos saber que una alergia no es lo mismo que una intolerancia. En cualquier caso, cuando se trata de alimentación, existen tanto alergias como intolerancias. Y si algún comensal padece alguna, debemos tenerlo muy en cuenta en el diseño de nuestro menú. Estos son algunos consejos que nos permitirán hacer un buen menú cuando tenemos comensales alérgicos o intolerantes:
- Lee detenidamente los ingredientes: antes de preparar o consumir alimentos, es crucial revisar minuciosamente la lista de ingredientes. Este simple acto permite garantizar que los platos sean seguros para todos.
- Trazas, el “Grinch” de las Navidades: aunque algunos alimentos no indiquen la presencia de alérgenos en sus listas de ingredientes, es importante tener en cuenta la posibilidad de trazas. Productos como patés, embutidos o bombones de chocolate pueden contener pequeñas cantidades de alérgenos.
- Ante la duda, opta por lo seguro: al comer fuera de casa, informa al personal del restaurante acerca de las alergias o intolerancias presentes. Escoger menús adaptados y asegurarse de que se tomen medidas preventivas es esencial.
- Evita alimentos crudos: durante las festividades, es recomendable evitar pescados crudos para prevenir la presencia de anisakis. Este es un parásito que puede desencadenar reacciones alérgicas. Elegir recetas con pescados cocidos garantiza una experiencia culinaria segura para todos.
Por otro lado, recuerda preguntar siempre a los comensales si tienen restricciones dietéticas de cualquier tipo. Muchas alergias e intolerancias se diagnostican durante la etapa adulta. Por tanto, antes de pensar qué vas a cocinar en Navidad, habla con tus invitados.
Contaminación cruzada: el mayor enemigo en las cocinas
La contaminación cruzada puede ser una fuente significativa de problemas para aquellos con alergias e intolerancias alimentarias. Se produce cuando usamos los mismos utensilios para preparar la comida de personas con y sin alergias e intolerancias. Evitarla es posible siguiendo estos 5 sencillos consejos:
- Lavarse las manos: la higiene personal es fundamental. Lavarse las manos antes y durante la manipulación de alimentos minimiza el riesgo de contaminación.
- Mantener la cocina ordenada: evitar que alimentos crudos entren en contacto con los cocinados dentro de la nevera y utilizar recipientes herméticos son medidas simples pero efectivas para prevenir la contaminación cruzada.
- Limpiar los utensilios y superficies: antes de comenzar a cocinar, asegúrate de que utensilios y superficies estén limpios y desinfectados.
- Utilizar los utensilios con cabeza: durante la preparación de alimentos, emplea utensilios diferentes para manipular alimentos crudos y cocinados. Por otro lado, nunca uses el mismo utensilio para manipular un alimento que provoca alergias e intolerancias cuando estás preparando la comida de la persona afectada.
- Cuidado con los trapos y esponjas: lava regularmente los trapos, bayetas y esponjas que utilizas en la cocina para evitar la acumulación de bacterias y la posible contaminación de los utensilios.
En efecto, la persona encargada de preparar la comida tiene una gran responsabilidad evitar las alergias e intolerancias en Navidad. Sin embargo, con estos simples consejos, haremos que estas Navidades sean más seguras para ellos.