Cómo explicar a los niños una situación difícil

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Una de las dudas más comunes de los padres cuando sobreviene una situación difícil, es cómo tratar esa circunstancia con los más pequeños de la casa. Muchas personas optan por ser totalmente francos. Otras, prefieren rehuir de esa conversación pensando que los niños no tienen por qué pasar por las mismas dificultades que los padres ya que les podría ocasionar experiencias más o menos traumáticas. ¿Cómo explicar a los niños una situación difícil?

¿Por dónde empezar?

Y es que tan importante es cuidar a los niños cuando nacen, como hacerlo cuando empiezan a razonar de una manera más compleja. Para abordar ciertas situaciones complicadas con ellos, hay que tener en cuenta cómo es nuestro hijo, qué relación tenemos con él y cómo suele reaccionar a situaciones adversas. Las complicaciones que van apareciendo en nuestra vida deben abordarse desde la decisión, la adaptación y actitud positiva. Por tanto, intentar que nuestros hijos vayan conociendo este tipo de situaciones y nuestra capacidad para afrontarlas puede ser crucial para su futuro.

¿Cómo explicar a los niños una situación difícil?

Cuando se quiere abordar este tipo de situaciones complejas hay que saber que cuando los niños se dan cuenta de que algo cambia en su entorno, o comienzan a notar la preocupación en sus hermanos o padres, pueden llegar a sentir miedo e incertidumbre.

Por ello, es importante que demos respuesta a las dudas que puedan tener, con cariño y tacto, pero sin dejar de ser sinceros. Esto es importante por dos razones:

  • Preparamos a los niños para futuras situaciones a las que seguro se tendrán que enfrentar. Esto permitirá que crezcan bajo una perspectiva realista y fuerte de la vida.
  • Aprenderán a afrontar situaciones desconocidas o difíciles cuando sean adultos. Así, evitamos que los niños puedan sacar conclusiones desacertadas e incentivamos su maduración personal.

La comunicación es clave en todos los aspectos de la vida, pero muy especialmente en la crianza de los hijos a edades muy tempranas, donde se van conformando el carácter y la personalidad de los niños.

Por tanto, a la hora de hablarle a los hijos de circunstancias complejas que sobrevienen a la rutina, hay que:

  • Mostrarse transparentes y transmitir tranquilidad: los niños tienen a sus padres como referencia y es importante que vean que ellos, las personas que siempre les han cuidado, no muestran signos de preocupación excesiva y nerviosismo, pues los niños estarán igualmente incómodos e inquietos.
  • Hay que explicar que en la vida estas situaciones vienen de vez en cuando y debemos afrontarlas. Es muy importante que los niños comprendan que los problemas no se resuelven solos y que hay que abordarlos.

Recuerda:

  • Los niños saben que la situación ha cambiado cuando surge un problema en su entorno.
  • Los padres son los principales referentes de los hijos y su actitud marcará su manera de ver las cosas y afrontar los problemas.
  • Las dudas van a surgir inevitablemente y no van a cesar si no se les da respuesta.