Facturar una maleta es una de las tareas más comunes cuando viajamos en avión y, sin embargo, también una de las que más imprevistos genera si no se realiza correctamente. Desde pérdidas de equipaje hasta recargos innecesarios, todo puede complicarse si no se presta atención a este detalle. Por eso hoy presentamos los 5 errores más comunes que debemos evitar al facturar una maleta.
Facturar una maleta en el último momento
Llegar con el tiempo justo al aeropuerto puede tener consecuencias. Uno de los motivos más frecuentes por los que una maleta no llega a su destino es haberla facturado demasiado tarde. Al hacerlo, se corre el riesgo de que no sea cargada en la bodega del avión, lo que puede derivar en una maleta extraviada. Para evitarlo, conviene acudir al aeropuerto con antelación suficiente, entre 45 y 60 minutos antes de la salida, y dirigirse al mostrador de facturación en cuanto esté disponible.
No comprobar el peso y tamaño permitido
Cada aerolínea establece sus propias restricciones de peso y dimensiones para el equipaje facturado. No cumplirlas puede suponer cargos adicionales e incluso la obligación de reorganizar la maleta en el momento. En este contexto, es fundamental pesar el equipaje en casa y revisar los límites establecidos antes de llegar al aeropuerto.
Incluir objetos prohibidos o frágiles sin protección
Entre los errores más graves al facturar una maleta está introducir líquidos sin aislar o aparatos electrónicos y objetos de valor en el equipaje facturado. Las maletas son manipuladas en múltiples ocasiones y pueden sufrir golpes, caídas o pérdidas.
Para reducir riesgos, lo más recomendable es llevar lo frágil o valioso en el equipaje de mano, y aislar bien los líquidos para evitar que dañen el resto del contenido.
No identificar correctamente la maleta
Con miles de maletas similares circulando por los aeropuertos, no identificar bien la tuya puede hacer que se pierda sin posibilidad de recuperarla fácilmente. Muchas personas confían únicamente en la etiqueta adhesiva que proporciona la aerolínea al facturar, sin tener en cuenta que estas pueden despegarse o deteriorarse durante el trayecto.
Para minimizar este riesgo, conviene colocar una etiqueta externa resistente y claramente visible, preferiblemente con protección. Esta debe incluir tus datos de contacto: nombre completo, número de teléfono y dirección de correo electrónico.
No llevar lo esencial en el equipaje de mano
Otro de los errores más frecuentes al viajar es colocar todo en la maleta facturada. Si esta se pierde o se retrasa, te podrías quedar sin acceso a lo básico durante horas o incluso días. Por tanto, lleva contigo lo imprescindible: medicación, cargador de móvil, ropa de repuesto, documentación y cualquier objeto personal de valor.
Evitar estos errores básicos te permitirá comenzar tu viaje con tranquilidad y reducir el riesgo de contratiempos. Además, contar con un seguro de viaje que cubra la pérdida o sustracción del equipaje puede ser una medida esencial para disfrutar de una experiencia de viaje segura y organizada.