Proteger nuestra salud en el trabajo

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El tiempo que pasamos en el trabajo forma una gran parte de nuestro día a día. Por ello, es fundamental que le demos la importancia que se merece a nuestra salud mientras estamos trabajando.

Lo primero que debemos hacer para empezar a cuidar nuestra salud durante nuestra jornada laboral es conocer qué tipo de enfermedades o dolencias son aquellas que nos pueden llegar a afectar según nuestra profesión. Y es que según a lo que nos dediquemos, existe una serie de enfermedades o dolencias de las cuales estamos más predispuestos a padecer.

¿Qué enfermedades son las más comunes dentro de cada grupo de trabajos?

Según algunos estudios llevados a cabo, actualmente existen más de 2.500 enfermedades que podemos atribuir al trabajo. Entre ellas, podemos encontrar el cáncer, como consecuencia del contacto con sustancias peligrosas; o también algunos tipos de enfermedades musculoesqueléticas y respiratorias.

  • Trabajos de oficina: como adelantamos en el post “Enfermedades de oficina más comunes”, las personas que pasan muchas horas sentados, pueden llegar a desarrollar problemas oculares, musculares y óseos, u obesidad. El trastorno del sueño o la depresión suelen asociarse también a los trabajos de oficina.
  • Trabajos mecánicos: pueden provocar diferentes tipos de accidentes en el trabajo como caídas, cortes o casos más graves. La pérdida de concentración es uno de los principales problemas a la hora de que se produzcan estos accidentes.
  • Trabajos en los que se manejan sustancias peligrosas: estar habitualmente en contacto con sustancias que pueden ser nocivas para la salud, ya sean líquidos o gases, puede originar desde problemas respiratorios como asma, a otro tipo de enfermedades más severas como el cáncer.
  • Trabajos al aire libre: las condiciones meteorológicas son determinantes. Entre las problemáticas más habituales están los resfriados y la gripe en invierno; los golpes de calor o el cáncer de piel en verano o los problemas de alergia durante la primavera (por la proliferación del polen y otros elementos que se encuentran en el ambiente en esta estación).

Por otro lado, el estrés o la ansiedad, son algunos tipos de dolencias psicológicas que también repercuten a nuestra salud física. Este tipo de problemas habitualmente afecta a una gran parte de la población durante la jornada laboral, independientemente del grupo de profesionales a los que pertenezca.

¿Qué debemos hacer para evitar este tipo de problemas?

Lo primero que debemos hacer para cuidar nuestra salud en el trabajo es informarnos sobre qué tipo de riesgos puede llevar nuestra profesión para la salud. Una vez detectados, el siguiente paso es tomar las medidas preventivas necesarias.

En el caso de los trabajos de oficina, debemos asegurarnos de realizar los descansos oportunos para nuestra vista, adoptar una postura correcta a la hora de sentarnos, o movernos cada cierto tiempo para favorecer nuestro estado físico y mental.

Por otro lado, en los trabajos mecánicos o en las profesiones que se manejan sustancias nocivas es importante que extrememos las medidas de seguridad para evitar poner en riesgo nuestra salud. Además, es importante que practiquemos la concentración cuanto estamos desempeñando nuestras labores, especialmente si trabajamos con maquinaria pesada o con herramientas que pueden provocar cortes.

Por último, en los trabajos al aire libre, es fundamental que llevemos la ropa adecuada y que en la medida de lo posible evitemos situaciones que perjudiquen nuestra salud. En invierno, debemos llevar la ropa de abrigo adecuada e intentar resguardarnos del frío siempre que sea posible. Por el contrario, en verano, debemos evitar una exposición directa al sol y utilizar protector solar siempre.

Recuerda:

  • Existen más de 2.500 enfermedades que podemos atribuir al trabajo.
  • Entre ellas se encuentran el cáncer, las enfermedades musculoesqueléticas o respiratorias.
  • Es importante tomar las medidas de prevención necesarias para evitar dañar nuestra salud.