Hipocondría: El trastorno que puede afectar a nuestra salud mental

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El hipocondrio es una región que se encuentra en la cavidad torácica y donde, según la escuela humoral griega, se acumulan los vapores que causan todos los males al ser humano. De aquí es donde surge el trastorno conocido como hipocondría.

¿Qué es la hipocondría?

La hipocondría es la condición por la que una persona presenta una excesiva preocupación a padecer una enfermedad. A pesar de tratarse de un trastorno psicológico, algunos especialistas encuentran en él una predisposición genética y un mayor grado de incidencia en personas que conviven en ambientes familiares con más afectados.

El hipocondriaco tiene miedo a la muerte, a la enfermedad, al dolor y al sufrimiento. A pesar de que estos sentimientos son fundados en ciertas ocasiones, en el caso de quienes padecen este trastorno no siempre es así.

El perfil tipo de un hipocondriaco es el de una persona emocional, sugestionable y que suele padecer cuadros de estrés y ansiedad, que desencadenan algunos síntomas físicos como la taquicardia, tensión muscular o el dolor de cabeza. Resulta clave cortar de raíz los problemas emocionales previos para evitar la hipocondría.

Los dos “doctores” a evitar

Quienes padecen este trastorno acuden con asiduidad a una consulta médica para conocer la opinión de un profesional y saber qué les está ocurriendo. En otras ocasiones directamente teclean en su ordenador los síntomas que padecen y se desencadena el caos. Para evitar estas situaciones hay que dejar de acudir a la consulta de estos dos doctores:

  • Doctor Google: Cuántas veces hemos ‘googleado’ los síntomas que padecemos en busca de respuestas. Un simple dolor de cabeza puede ir desde una tensión muscular o una gripe hasta la temida palabra cáncer. El hipocondriaco generalmente encajará sus síntomas en la opción más grave y desesperanzadora. Esta acción ya ha sido bautizada como doctor Google, ya que el buscador ha pasado a convertirse en el mayor interpretador de síntomas del mundo. Un 49% de los españoles confiesa acudir al buscador para obtener respuestas sobre sus dolencias, según el Eurostat de 2017.
  • Doctor ‘shopping’: El hipocondriaco buscará un médico a medida para calmar su angustia tras sondear la opinión de diferentes profesionales. Esta ruta médica, además de no tener sentido alguno, genera grandes costes sanitarios.

¿Se puede superar la hipocondría?

Como decíamos antes, la hipocondría suele estar relacionada con cuadros de estrés y ansiedad que deben ser atajados para poder superar o minimizar los estragos del trastorno de ansiedad por enfermedad. Estas son algunas claves que nos ayudarán a dejarlo atrás:

  • Debemos dejar de atribuir los síntomas que tenemos con las enfermedades más graves.
  • Practica diferentes ejercicios de relajación para rebajar los niveles de tensión y ansiedad.
  • La terapia de la aceptación nos enseña a convivir con los síntomas, evitando la lucha contra ellos para convertirlos en sensaciones admisibles que no entorpezcan nuestro día a día.
  • Debemos fiarnos de los profesionales de la salud. España es el séptimo país del mundo con el mejor sistema sanitario según la OMS y el segundo con mayor esperanza de vida. Es normal que busquemos segundas opiniones, pero no podemos convertirlo en una rutina hasta satisfacer nuestras inquietudes y calmar nuestra ansiedad, ya que ese comportamiento terminará por normalizarse en nuestro interior y se repetirá en futuras ocasiones.
  • Hay que dejar de buscar en la red las posibles enfermedades que padecemos. En caso de que no podamos remediarlo, no debemos quedarnos con la opción más catastrofista y, mucho menos, fiarnos de comentarios y supuestas experiencias de personas de las que no tenemos ninguna referencia.

Recuerda:

  • Los hipocondriacos son quienes presentan una excesiva preocupación por sufrir una enfermedad.
  • Los síntomas físicos generalmente son reales, pero en muchos casos están relacionados con el estrés y la ansiedad.
  • Debemos evitar acudir a Internet para conocer las posibles dolencias asociadas a los síntomas físicos que presentamos.