Herpes labial: cómo evitar y tratar los brotes

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El herpes labial es una infección viral muy común. Se caracteriza por la formación de pequeñas ampollas en los labios o alrededor de ellos. Estas ampollas suelen agruparse y formar manchas. Posteriormente, se forma una costra que puede tardar varios días en desaparecer.

El herpes labial se transmite de una persona a otra a través del contacto cercano. Suele ser causada por el virus del herpes, que es contagioso incluso cuando no existen llagas visibles.

Cómo tratar el herpes labial

Debes saber que el herpes labial suele desaparecer por sí solo en una o dos semanas sin tratamiento. Sin embargo, existen 2 métodos para acelerar la curación y aliviar el picor y la inflamación. Son los siguientes:

  1. Pomadas antivirales: son muy útiles si se aplican en las primeras horas tras la aparición de las ampollas. El principio activo que emplean es el aciclovir. Se recomienda aplicar la pomada, al menos, unas 5 veces al día.
  2. Parches: son muy eficaces a la hora de evitar la propagación, aliviar los síntomas y favorecer la cicatrización. Además, tienen la ventaja de que son prácticamente invisibles, permitiendo, por ejemplo, la aplicación de maquillaje por encima.

No obstante, ninguno de estos métodos curará el virus: este permanecerá latente en nuestras células y puede dar lugar a recurrencias en el futuro. Además, debes saber que han proliferado remedios caseros milagrosos para el herpes que, en realidad, no lo son. De hecho, pueden retrasar o complicar la curación, ya que pueden provocar alergias e irritaciones. Algunos de ellos tienen que ver con aplicar alcohol, pasta de dientes o zumo de limón sobre las ampollas.

Consejos para prevenir los brotes

La única forma de prevenir los brotes de herpes labial es actuando sobre las causas que provocan su aparición, que no siempre es la infección. Y es que este virus tiene la capacidad de permanecer latente en nuestro cuerpo. Se conoce que existen diversos factores que contribuyen a esta recurrencia, como son los siguientes:

  • Fiebre: debido a ciertas reacciones que se producen en nuestro cuerpo, si tenemos fiebre, el herpes puede reaparecer.
  • Exposición solar: la exposición a la radiación ultravioleta se considera un factor desencadenante del herpes labial recurrente. Por eso se recomienda que, en verano, utilicemos fotoprotectores labiales.
  • Cambios hormonales: los cambios hormonales asociados a la menstruación u ovulación pueden desencadenar episodios recurrentes de herpes labial.
  • Estrés: el estrés afecta al organismo de manera general y puede provocar una disminución de las defensas naturales, lo que aumenta la probabilidad de reactivación del virus.
  • Infecciones: cuando nuestro sistema inmunológico se activa debido a la presencia de otra infección, es posible que la reaparezca el herpes.
  • Cansancio: es habitual que, en periodos de cansancio en los que dormimos menos horas, suframos rebrotes de herpes labial debido a la bajada de defensas.
  • Clima: los cambios bruscos de temperatura también pueden ser los causantes de la reaparición del herpes.

Si uno o varios de estos factores se producen a la vez, es posible que tengamos una recaída del herpes labial. Por tanto, actuar sobre ellos, o evitarlos, será la mejor prevención.

Recuerda

El herpes labial es una infección causada por el virus del herpes común.
Las pomadas antivirales y los parches son los mejores métodos para curar el herpes labial, aunque desaparece por sí solo sin tratamiento.
Prevenir la aparición del herpes labial es posible si actuamos sobre los factores que causan su recurrencia, como el estrés o el cansancio.