Guía definitiva para entender el etiquetado NutriScore

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Desde hace unos años, las esquinas de los envases de una buena parte de los productos del supermercado están ocupadas por el etiquetado NutriScore. Sin embargo, no es un sistema exento de críticas, sobre todo, debido a que no es fácil de entender para la gran mayoría de consumidores. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este etiquetado.

Introducción al etiquetado NutriScore

NutriScore es un sistema de etiquetado frontal nutricional que utiliza un “semáforo” para ayudar a los consumidores a evaluar el perfil nutricional de un producto. Este etiquetado emplea 5 colores para clasificar a los alimentos:

  • A: verde oscuro
  • B: verde claro
  • C: amarillo
  • D: naranja
  • E: rojo

El color verde representa la mejor puntuación, lo que indica que el alimento es más saludable. En contraste, el color rojo indica la peor puntuación y puede significar que el alimento es menos saludable.

Esta puntuación es el resultado de evaluar la composición nutricional de cada alimento por cada 100 gramos. En este sentido, mejora la puntuación la presencia de:

  • Proteínas.
  • Fibra alimentaria.
  • Proporción de frutas, verduras, hortalizas, etcétera.

Por su parte, la puntuación empeora si el alimento contiene:

  • Calorías.
  • Azúcares.
  • Grasas saturadas.
  • Sal.

Por tanto, es importante tener en cuenta que el etiquetado NutriScore no evalúa ningún otro aspecto de los alimentos, como podría ser el grado de procesamiento.

¿Qué productos llevan la etiqueta?

El etiquetado NutriScore todavía no es obligatorio en España, ya que no existe una ley que así lo indique. Sin embargo, ante la posibilidad de su implementación, la industria de la alimentación se ha preparado para ello. Por eso cada vez es más común que los envases de los productos contengan la etiqueta. No obstante, debes saber que no todos deben llevarla. Están exentos del etiquetado NutriScore:

  1. Productos frescos: carnes, pescado, frutas, verduras y legumbres.
  2. Productos de ingrediente único: vinagre, miel, etcétera.
  3. Café, té y otras infusiones.
  4. Alimentos directamente suministrados por el fabricante o en pequeñas cantidades, como los platos preparados.
  5. Alimentos que se venden en envases muy pequeños, como las barritas de cereales.
  6. Las bebidas alcohólicas.

Cómo utilizar el etiquetado NutriScore durante la compra

Ahora que sabemos qué es exactamente el etiquetado NutriScore y en qué tipo de productos vamos a encontrarlo, solo resta comprender cómo utilizarlo mientras hacemos la compra. Para ello, debemos entender primero para qué no nos sirve:

  1. Clasificar un alimento como saludable o no saludable: el etiquetado NutriScore no aspira a categorizar los productos en buenos y malos para la salud.
  2. Comparar productos de distinto tipo: a través de este etiquetado nunca podremos realizar una comparativa entre, por ejemplo, un yogur y una pizza, ya que se trata de alimentos de distinto tipo. En consecuencia, tampoco podremos establecer comparaciones con alimentos exentos del etiquetado.

En cambio, NutriScore sí permite:

  1. Comparar marcas: NutriScore puede ser muy útil para determinar qué marca elegir cuando estamos comparando productos de distintos fabricantes.
  2. Tomar decisiones sobre algunos productos: esta etiqueta puede ayudarnos a hacer elecciones más sanas sobre productos que se consumen en la misma ocasión. Es decir, si estamos buscando un postre, podemos apoyarnos en NutriScore a la hora de decantarnos por un producto u otro.

En conclusión, el etiquetado NutriScore facilita la interpretación nutricional de los alimentos, aunque los expertos consideran que se trata de un sistema que todavía tiene margen de mejora.

Recuerda

El etiquetado NutriScore es opcional, pero muchos productos lo están adoptando ya.
Se trata de un etiquetado que penaliza los azúcares, las grasas y las calorías, y favorece la fibra y las proteínas.
Sirve, fundamentalmente, para hacer comparativas entre marcas de un mismo producto.