Cómo saber si mi perro tiene fiebre: síntomas y tratamiento

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Los perros, al igual que los seres humanos, atraviesan episodios infecciosos y otras dolencias que les producen síntomas como la fiebre. La subida de temperatura es un mecanismo de defensa que el organismo activa para destruir un agente patógeno y supone una de las primeras alarmas de que algo no va bien. Y para determinarlo, primero hay que conocer cuál es la temperatura a partir de la cual se considera que hay fiebre y la sintomatología que acompaña a esta dolencia. ¿Cómo saber si mi perro tiene fiebre?

¿Cuál es la temperatura normal en un perro?

Edad, peso o raza son algunos de los factores que definen la temperatura ideal de un perro. Al igual que ocurre con el ser humano, la temperatura corporal va variando a lo largo del tiempo y oscila entre diferentes valores en función de, por ejemplo, la edad.

Así, los cachorros con pocas horas de vida tienen una temperatura que va desde los 34,5 a los 36 grados. Ésta se eleva hasta los 37,8 grados una vez superado el mes de nacimiento y, cuando ha llegado a la etapa adulta, la temperatura corporal de nuestra mascota puede bascular hasta los 39,2 grados.

Por encima de los 39,3 grados y hasta los 40,5 estamos ante una fiebre moderada. Por encima de este valor, la fiebre es alta y se considera hipertemia. Llegados a este punto debemos acudir con urgencia a un veterinario para que valore toda la sintomatología y suministre medicación a nuestro can.

Síntomas que indican fiebre en nuestro perro

Son muchas las enfermedades que pueden causar fiebre: infecciones, inflamaciones, parásitos, reacciones alérgicas a una vacuna… Y aunque suele resultar complicado a priori determinar si nuestro perro está atravesando un proceso febril, existen una serie de síntomas que nos avisan de que algo no marcha bien:

  • Estado de ánimo bajo, cansancio, somnolencia… Los perros con fiebre también suelen mostrarse tristes y temblorosos.
  • En otras ocasiones se ponen agresivos.
  • Nariz: Es uno de los puntos más identificativos cuando aparece la fiebre. Además de aumentar su temperatura y resecarse, la nariz produce una secreción mucosa.
  • Pérdida de apetito con el consiguiente descenso de la masa corporal.
  • La deshidratación.
  • Con la fiebre aumenta la frecuencia cardiaca y notaremos que nuestro perro comienza a respirar de manera más acelerada.
  • La combinación de alguno de los puntos anteriores con la sintomatología habitual de una enfermedad: diarrea, hemorragia, vómitos…

Cómo saber si mi perro tiene fiebre

Los pasos para medir la temperatura de tu can

En caso de sospecha, hay que medir la temperatura de nuestro perro para descartar la hipertemia. Para ello utilizaremos un termómetro rectal.

Estas situaciones suelen poner nerviosas a nuestras mascotas, por lo que debemos tratar de calmarlo antes de introducir el termómetro y, en caso de que el perro esté excesivamente agitado, pedir ayuda a otra persona para sujetarlo.

Si la fiebre es moderada, podemos emplear remedios caseros como los paños húmedos y mantenerlos hidratados en todo momento. Si la fiebre no remite o es alta debemos acudir a un veterinario para que haga una valoración y nos recete los medicamentos adecuados. Bajo ningún concepto podemos suministrar fármacos para humanos, ya que podrían causarles graves daños.

Recuerda:

  • La temperatura corporal de los perros varía en función de la edad, el peso y la raza.
  • Los síntomas más frecuentes que acompañan a la hipertemia son la deshidratación, somnolencia y la presencia de secreción mucosa en la nariz.
  • Si la fiebre no remite debemos acudir al veterinario y bajo ningún concepto podemos suministrarles medicamentos para humanos.