Dieta crudivegana: qué es y qué supone para tu salud

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La alimentación a nuestro alcance es cada vez más variada y nos permite adaptarla a nuestros gustos y creencias. Una de estas formas de alimentación es la dieta crudivegana. Se basa en tomar solamente productos de origen vegetal, pero nunca cocinados a temperaturas superiores a los 40 o 42 grados. Igual que los veganos, los crudiveganos no consumen carnes, pescados, ni productos procedentes de animales como huevos, lácteos o miel. Sin embargo, esto no significa que la dieta crudivegana sea limitada. Hay un amplio rango de alimentos disponibles como legumbres, semillas, frutos secos o derivados vegetales.

La razón de no someter los alimentos a más calor es porque se considera que los 42 grados es la temperatura máxima a la que están expuestos en la naturaleza. Los alimentos suelen perder parte de los nutrientes al cocinarlos, de forma que, al no superar esta temperatura, los conservarían intactos.

Beneficios de la dieta crudivegana

Al tratarse de una dieta bastante estricta, muchas personas no la siguen al pie de la letra, sino que intentan que una parte importante de su alimentación se adapte al crudiveganismo. Sin embargo, esto ya un gran paso para comenzar a notar sus efectos positivos, como la mejora del sueño y una mayor energía y vitalidad.

Dentro de esta dieta, los alimentos están mínimamente procesados, por lo que conservan todos sus nutrientes y se evita consumir calorías vacías.  Además, suelen ser dietas ricas en fibra, que ayudan a una mejor digestión y tránsito intestinal y contribuyen a regular el peso corporal. Asimismo, pueden mejorar los niveles de colesterol en la sangre.

Por otra parte, para algunas personas, llevar una dieta vegana supone una forma de reducir su huella medioambiental y contribuir a frenar el cambio climático.

Consejos para iniciarse en el crudiveganismo

Si estás pensando en acercar tu dieta al crudiveganismo, te traemos algunos consejos que deberás tener en cuenta:

  • No es recomendable hacerse crudivegano de golpe. Es mucho más eficaz ir aumentando los alimentos adaptados a esta dieta poco a poco.
  • Consultar con un especialista en nutrición. Las personas que sufren déficits nutricionales o problemas digestivos no deben seguir estas dietas. Tampoco se recomienda en bebés, niños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Informarnos bien sobre los nutrientes que necesita nuestro cuerpo. La alimentación vegana puede ser muy beneficiosa, pero debe planificarse muy bien para evitar la falta de ciertos nutrientes como la vitamina B12, el hierro o el calcio.
  • Ampliar nuestros horizontes como consumidores. Los alimentos veganos van mucho más allá de las ensaladas y las frutas. Para poder adaptarnos a una dieta crudivegana, debemos aprender a incluir en nuestra cocina nuevos ingredientes y formas de prepararlos.

Esta dieta supone un importante cambio en la vida diaria de una persona, un paso que no todo el mundo está listo para dar. Sin embargo, conocer distintas formas de abordar la alimentación puede ayudarnos a tener una dieta más variada y equilibrada.

Recuerda:

  • El crudiveganismo consiste en una alimentación basada en productos exclusivamente de origen vegetal y no sometidos a temperaturas superiores a los 42 grados.
  • La dieta crudivegana debe estar bien planificada para asegurar que cuenta con todos los nutrientes necesarios.
  • Una alimentación crudivegana puede ser beneficiosa para la salud, ayudando a regular el colesterol y el peso corporal.