Parabenos, siliconas y sulfatos: contraindicaciones para nuestro cuerpo

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Cada vez, gracias a toda la información que recibimos, somos más conscientes de aquellos compuestos que debemos evitar, como los parabenos, los sulfatos y las siliconas, muy presentes en productos cosméticos y de higiene como cremas, champús y geles de baño.

De un tiempo a esta parte, son varias las marcas y los consumidores que rechazan estos compuestos y se han comenzado a ver como algo dañino pero, ¿lo son en realidad?

¿Qué son los parabenos, los sulfatos y las siliconas?

Los parabenos son unos compuestos químicos usados en cosmética como conservantes, por la protección que proporcionan contra los microorganismos durante un tiempo prolongado. Además, son baratos. Estos compuestos, en su mayoría, están aceptados por la legislación en Europa, aunque se establecen unos límites ya que una concentración alta puede provocar  efectos secundarios, como el envejecimiento prematuro de la piel.

Por su parte, las siliconas se usan en cosmética como suavizante, por lo que son muy comunes en mascarillas, champús o acondicionadores de cabello, ya que prometen terminar con el encrespamiento y mejorar la textura de nuestro rostro.

Por último, los sulfatos se utilizan como limpiadores de piel y pelo, por eso es muy común que se encuentren en nuestros geles, desmaquillantes y champús. Son los causantes de esa gran espuma que creamos cuando nos estamos duchando.

Efectos en la salud de estos componentes

No es fácil escapar de ellos ya que prácticamente todos nuestros productos de aseo o belleza, tiene alguno de estos compuestos. Debemos entender que siempre que el producto esté regulado y que la cantidad de estos químicos no rebase los límites, podemos utilizarlo sin que afecte a nuestra salud de manera grave. No obstante, existen una serie de contraindicaciones como:

  • Irritación: los sulfatos pueden irritarnos la piel o el cuero cabelludo si tenemos sensibilidad en las zonas, dermatitis o pieles atópicas, por lo que sería poco recomendable en estos casos.
  • Alteran nuestro equilibrio hormonal: según organismos como la OCU, los parabenos pueden afectar a nuestras hormonas si pasan mucho tiempo sobre la piel, algo inevitable con las cremas.
  • Granitos y deshidratación: Las siliconas no dejan que nuestra piel respire, por lo que pueden provocar acné o acentuar el envejecimiento prematuro de la piel. Además, aunque nuestro cabello parezca más sedoso cuando utilizamos productos con siliconas, se trata de un efecto superficial y, en realidad, hacen todo lo contrario. Además, si tenemos el pelo graso, el uso de este compuesto puede alterar la producción sebácea y producirnos un efecto rebote.
  • Poco recomendable para nuestros bebés: algunos productos de higiene infantil como las toallitas pueden llevar parabenos, lo que promueve la irritación de la zona íntima de los pequeños.

Aunque estos compuestos tienen sus contraindicaciones, también realizan funciones importantes para nuestro cuerpo como, en el caso de lo parabenos, ayudarnos  a que no se formen bacterias, moho u hongos en nuestro cuerpo. Si utilizamos productos naturales, como ciertos aceites esenciales, debemos preocuparnos de que cumplan su función bactericida para no contaminar nuestra piel.

Recuerda:

  • Los sulfatos, las siliconas y los parabenos pueden causar irritaciones, deshidratación o granitos.
  • Si preferimos usar productos naturales, debemos prestar atención a su función ya que los parabenos actúan contra el moho y las bacterias que pueden generarse en nuestra piel.