Mantener la calidad del aire en el hogar es esencial durante todo el año, pero en otoño e invierno se vuelve aún más importante. Durante estas estaciones, el uso constante de calefacción y la falta de ventilación adecuada pueden generar un ambiente propenso a la acumulación de contaminantes que pueden afectar a nuestra salud.
Existen varios métodos sencillos pero efectivos para mejorar la calidad del aire en el hogar. Con estos pequeños ajustes en nuestras rutinas, podemos lograr un ambiente más fresco y saludable durante los meses más fríos.
Ventilar entre 10 y 15 minutos al día
La ventilación es una de las formas más efectivas de mantener la calidad del aire en el hogar. Aunque en invierno pueda parecer incómodo abrir las ventanas, ventilar entre 10 y 15 minutos al día es suficiente para renovar el aire y eliminar los contaminantes que se acumulan en el interior.
Este sencillo gesto permite que el aire fresco entre en el hogar, expulsando el aire viciado y contaminado. También ayuda a reducir la humedad, lo que previene la aparición de moho y hongos.
Purificar el aire: 2 opciones para mejorar la calidad del aire del hogar
Tener ciertas plantas, como la palma de bambú, el poto y la lengua de suegra, pueden ayudar a absorber toxinas y filtrar el aire. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, para obtener un impacto significativo, se necesitaría una gran cantidad de plantas y un ambiente bien iluminado.
Una opción alternativa es el uso de purificadores de aire. Estos dispositivos ayudan a eliminar partículas contaminantes, así como polen, polvo y alérgenos, mejorando significativamente la calidad del aire en el hogar. Los purificadores también pueden ayudar a reducir la humedad, previniendo la proliferación de moho y malos olores.
La calidad del aire en el hogar: controlar la humedad
La humedad es un problema común en invierno. No solo por el frío y el uso de la calefacción, sino también por el aumento de las lluvias durante esta época. Sin embargo, el control de la humedad también es clave para mantener un buen nivel de calidad del aire. El uso de deshumidificadores puede ser una solución eficaz para eliminar el exceso de humedad y prevenir la aparición de moho.
En este sentido, el aislamiento de las paredes es otro factor a tener en cuenta. Recubrirlas con materiales aislantes como el pladur puede ayudar a reducir la humedad. Además, es recomendable utilizar extractores de aire en áreas como el baño y la cocina, donde la humedad tiende a acumularse más fácilmente.
Una limpieza adecuada también mejora la calidad del aire del hogar
Una limpieza regular es esencial para evitar la acumulación de polvo, ácaros y otros alérgenos. Para reducir la presencia de estos contaminantes en el aire, es recomendable limpiar con trapos húmedos y usar la aspiradora en lugar de escobas, ya que estas pueden levantar el polvo.
Además, al elegir los productos de limpieza, es preferible optar por aquellos ecológicos o naturales, ya que estos no liberan químicos volátiles que pueden afectar la calidad del aire.