Cómo reforzar las defensas en otoño más allá de la vitamina C

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Con la llegada del otoño y la bajada de las temperaturas que preceden al invierno, los casos de resfriados y gripe se vuelven más frecuentes. Por eso, reforzar nuestras defensas en otoño es clave para evitar que el organismo sea más vulnerable a estas y otras infecciones.

El estrés, el cansancio y una alimentación desequilibrada pueden debilitar nuestro sistema inmunitario. En este contexto, es fundamental adoptar hábitos que lo mantengan en buen estado y nos preparen para afrontar los meses más fríos.

4 nutrientes clave para fortalecer las defensas en otoño

Si bien la vitamina C es famosa por su rol en la protección inmunológica, existen otros compuestos que también son esenciales para mantener fuertes nuestras defensas en otoño. Estos son 4 de ellos:

  1. Zinc: es un mineral esencial para la activación de las células inmunitarias. Ayuda a combatir infecciones y mantiene en forma las barreras mucosas del organismo, como las de la nariz y el intestino. Se encuentra en alimentos como mariscos, carne de vacuno, legumbres, frutos secos y productos lácteos.
  2. Vitamina D: fundamental para regular la respuesta inmune y combatir las infecciones respiratorias. Se encuentra en pescados grasos, yema de huevo y a través de la exposición moderada al sol.
  3. Probióticos: son microorganismos beneficiosos para la microbiota intestinal, que juega un papel clave en el sistema inmunológico. Alimentos como el yogur o el kéfir son ricos en probióticos y ayudan a fortalecer las defensas y mejorar la producción de anticuerpos.
  4. Antioxidantes: incluyen compuestos como la vitamina C, pero también vitamina E, el selenio y los polifenoles, que protegen nuestras células del daño oxidativo y reducen la inflamación. Se pueden obtener de alimentos como los cítricos, los frutos secos, el té verde, el cacao puro, las zanahorias y las espinacas.

La acción conjunta de todos estos nutrientes ayuda a estimular la producción de anticuerpos, mejora la función de las células inmunes y refuerza las barreras naturales del cuerpo.

Otros consejos para reforzar tus defensas

Más allá de la alimentación, hay otros hábitos saludables que pueden ayudar a mantener fuertes las defensas en otoño para asegurar que el sistema inmune funcione de manera óptima durante esta época del año. Estos son:

  • Descanso adecuado: dormir entre 7 y 9 horas al día es indispensable para mantener un sistema inmunológico fuerte. Durante el sueño, el cuerpo produce citoquinas, unas proteínas que ayudan a combatir infecciones.
  • Ejercicio regular: el ejercicio moderado tiene efectos antiinflamatorios y fortalece las defensas naturales del organismo.
  • Reducción del estrés: el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico. Para reducirlo, se pueden practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness.
  • Hidratación adecuada: beber suficiente agua (al menos 2 litros al día) es clave para mantener un buen equilibrio en el cuerpo y asegurar que los procesos inmunológicos funcionen correctamente.
  • Evitar hábitos tóxicos: el consumo de alcohol y tabaco puede reducir la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones. Evitar estos hábitos o reducirlos al mínimo contribuirá a un sistema inmunológico más fuerte.
  • Exposición al sol: la vitamina D es esencial para el sistema inmune, y una exposición moderada al sol (15-20 minutos al día) puede ser suficiente para mantener los niveles adecuados de esta vitamina.
  • Higiene adecuada: lavarse las manos regularmente y mantener una buena higiene bucal ayuda a prevenir infecciones.

En definitiva, el vaso de zumo de naranja con su vitamina C es clave para reforzar nuestras defensas en otoño. Sin embargo, los cuidados deben ir más allá, de modo que nuestro cuerpo esté totalmente preparado para estas estaciones más frías.

Recuerda

Reforzar las defensas en otoño es esencial para prevenir infecciones, sobre todo, las respiratorias.
Nutrientes como el zinc, la vitamina D, los probióticos y los antioxidantes son importantes para protegernos contra algunas infecciones.
Descansar adecuadamente, hacer ejercicio regular y gestionar el estrés son también fundamentales para optimizar las defensas.