Luz azul: ¿son dañinas las pantallas?

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Ya es una realidad: vivimos pegados a las pantallas: la del móvil, la del ordenador, la del televisor… Y todas ellas, casi sin excepción, emiten luz azul, un tipo de luz que forma parte del espectro de la luz visible.

La luz visible está forma por muchísimas luces de colores, y el azul es el que está más cerca de la luz ultravioleta. Aunque el propio sol emite luz azulada, los tubos fluorescentes y las luces LED son las fuentes artificiales más comunes de luz azul. ¿Es peligroso exponerse a ellas? Y, sobre todo, ¿es cierto que la luz azul causa ceguera?

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Estudios recientes han concluido que la exposición excesiva a la luz propia de los dispositivos puede tener efectos nocivos en las células de nuestro cuerpo. En este sentido, existe evidencia de que provoca alteraciones en:

  • La piel y otros tejidos: algunas investigaciones indican que las fuentes de luz de tipo azul provocan estrés oxidativo, lo que puede ocasionar la aparición de los signos del envejecimiento.
  • Nuestro ritmo de sueño: la luz natural es esencial para tener nuestro reloj biológico correctamente sincronizado. La exposición a luz azul tiene la capacidad de alterarlo, lo que podría hacernos proclives a padecer trastornos del sueño.

No obstante, una de las mayores acusaciones que se han hecho contra este tipo de luz ha sido la de que puede provocar ceguera. Pero ¿cuánto tiene esto de cierto?

¿Cómo afecta la luz azul a los ojos?

Algunas investigaciones señalan directamente a esta luz como causante de ciertos cambios en la retina que provocarían, en última instancia, ceguera. Algo que la Sociedad Española de Oftalmología ha negado rotundamente.

Los expertos españoles han indicado que este tipo de luz no afecta a los ojos ni tampoco provoca ceguera. En todo caso, mirar demasiado tiempo a las pantallas causaría “cansancio ocular digital”. Además, recuerdan que la mayor fuente este tipo de luz es el sol, y no tanto las pantallas.

Por otro lado, lo que los especialistas sí consideran problemático es el tiempo que podemos pasar mirando a las pantallas, sin parpadear y sin alejar ni acercar la vista. En este sentido, las pantallas sí podrían ocasionar la aparición de enfermedades de la visión, como el ojo seco o la blefaritis.

Una forma de prevenir estas patologías es empleando la regla del 20-20-20. Es decir, mirar a algún punto lejano a 20 pies (6 metros) durante 20 segundos cada 20 minutos. Sin embargo, recuerda que si tienes cualquier duda sobre cómo cuidar la salud de tus ojos, conviene consultarla con tu médico o con el oftalmólogo.

Recuerda

La luz azul es la parte del espectro de la luz visible más cercana a la luz ultravioleta.
Se ha demostrado que la exposición prolongada a la luz azul puede provocar trastornos del sueño y un envejecimiento acelerado.
Sin embargo, los oftalmólogos niegan que la luz azul de las pantallas pueda causar problemas en la vista.