El kéfir, ¿qué es y qué propiedades tiene?

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El kéfir es un producto lácteo fermentado parecido al yogur líquido por lo que también se encuentra dentro de los alimentos probióticos. Se elabora a partir de unos hongos, también llamados kéfir, que parecen coliflores y originalmente se obtienen de la zona del Cáucaso.

Este producto tiene un alto contenido nutricional y nos aporta minerales como el calcio o fósforo, vitaminas del grupo B y K, y proteínas fáciles de digerir.

No obstante, es necesario recordar que su consumo debe ser moderado ya que, en exceso, puede provocar problemas gastrointestinales como diarrea, dolor abdominal y vómitos.

Cómo se elabora:

Para elaborarlo necesitamos gránulos de kéfir que vamos a mezclar con leche, agua o té de kombucha. A estos gránulos se les añade leche fresca y se vierte en un recipiente que procederemos a tapar.

Tras esto, lo dejamos reposar durante 24 horas en un lugar fresco. Es en este momento cuando se produce el proceso de fermentación en el actúan las bacterias para convertirlo en un alimento probiótico.

Posteriormente, es necesario colar la mezcla final con un colador que no sea metálico para filtrar los gránulos y quedarnos con el líquido. En el caso de que hayamos decido elaborar kéfir con agua debemos añadir azúcar a los gránulos de kéfir.

Propiedades del kéfir: 

Al igual que otros probióticos, tiene un impacto positivo sobre nuestro aparato digestivo ya que sus componentes hacen que mejore el proceso de digestión ayudando también a regenerar nuestra flora intestinal. Además:

  • Al tener propiedades antinflamatorias ayuda a tratar problemas inflamatorios de la piel derivados de reacciones alérgicas y la colitis ulcerosa.
  • Mejora el aspecto de nuestra piel, sobre todo de problemas dermatológicos como el acné, la psoriasis y dermatitis atópica.
  • Ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunitario debido a los nutrientes que contiene.
  • Contiene bioactivos que ayudan a nuestro cuerpo a absorber el calcio que este alimento tiene.
  • Se recomienda su consumo para personas que tienen intolerancia a la lactosa dado que los componentes del kéfir hacen que la lactosa se descomponga más rápidamente.
  • Su consumo habitual puede tener efectos beneficiosos en las personas que sufren hipertensión arterial.

Recuerda:

  • El kéfir es un alimento lácteo fermentado que se elabora a través de unos hongos que se llaman kéfir.
  • Para su elaboración se necesitan gránulos de kéfir, leche, agua o té kombucha, un recipiente para guardarlo y un recipiente que no sea metálico.
  • Tiene varias propiedades beneficiosas para nuestro organismo, sobre todo para nuestro sistema digestivo.
  • Es necesario moderar su consumo.