El virus VIH. Cómo se contagia y qué precauciones debemos tomar

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El próximo día 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA. También conocida en su fase inicial como VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), el SIDA es una enfermedad que ataca al sistema inmune de la persona infectada, destruyendo las células encargadas de la fabricación de anticuerpos.

¿Qué es el SIDA y cómo se contagia?

El SIDA es una enfermedad causada por el virus VIH que ataca nuestro sistema inmune, encargado de defendernos de los factores perjudiciales externos. Cuando el VIH está muy extendido (carga viral alta) nuestras defensas se debilitan, dejándonos más expuestos a las bacterias, virus y hongos, que puedan llegar a invadir nuestro organismo y provocarnos las conocidas como enfermedades “oportunistas”. Estas se conocen así por “aprovecharse” de las deficiencias que provoca el virus para desarrollar infecciones que, antes sistemas inmunes sanos, no causan ninguna enfermedad.

La mayor vía de contagio del VIH es a través de las relaciones sexuales, ya que el virus se transporta a través del semen y de las secreciones vaginales. En este sentido, el virus ingresa en el cuerpo a través de las mucosas del interior de la vagina, del recto o del pene, por lo que el sexo vaginal o anal sin protección con personas contagiadas es un factor de riesgo. Además, el VIH también se contagia a través de la sangre por lo que si tenemos alguna fisura o herida en nuestros órganos reproductores estamos expuestos a contagio.

Este virus también se puede transmitir al bebé durante el embarazo, el parto o al amamantar, ya que también está presente en la leche materna.

¿Cómo podemos evitar el contagio?

La sangre es el fluido corporal donde más se concentra el VIH, por lo que una pequeña cantidad de sangre bastaría para infectar a alguien.

El VIH puede transmitirse a través de los siguientes fluidos corporales:

  • Sangre.
  • Semen.
  • Secreciones vaginales.
  • Leche materna.

Por otro lado, es imposible contagiarnos de VIH a través de la saliva, las heces, la orina o el sudor.

Para prevenir el contagio debemos evitar:

  • No intercambiar jeringas o agujas con otras personas y asegurarnos de utilizar instrumentos estériles para realizar tatuajes, análisis de sangre…
  • Utilizar preservativos para mantener relaciones sexuales vaginales, anales u orales.
  • Las mujeres embarazadas que estén infectadas de VIH deben recibir tratamiento antiretroviral para disminuir el riesgo de contagio al feto. Además, se recomienda el parto por cesárea para que el bebé no entre en contacto con las mucosas de la vagina.
¿Cuáles son los síntomas de contagio por VIH?

Los primeros síntomas por contagio de VIH aparecen durante las primeras dos o tres semanas tras el contagio, donde podemos sentir síntomas parecidos a los de la gripe. Los síntomas desaparecen tras unas semanas y habitualmente no aparecen en años. Con el paso del tiempo, el VIH destruye nuestro sistema inmune, provocando el SIDA. En general, esto sucede alrededor de 10 años después de contraer el VIH.

Las señales del SIDA incluyen:

  • Aftas en la lengua y la boca.
  • Dolor de garganta.
  • Infecciones por hongos.
  • Cansancio persistente, mareos y aturdimiento.
  • Dolores de cabeza.
  • Pérdida brusca de peso.
  • Formación de hematomas.
  • Diarrea, fiebre, o sudores nocturnos.
  • Glándulas inflamadas.
  • Tos seca y profunda.
  • Sensación de falta de aire.
  • Sangrado por la boca, la nariz, el ano o la vagina.
  • Adormecimiento de las manos o los pies, incapacidad de movimiento y pérdida de fuerza muscular.
¿Cómo se trata el sida?

A día de hoy no existe una cura para el SIDA, por lo que hablamos de una enfermedad crónica, pero con el tratamiento adecuado puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y también reducir considerablemente las probabilidades de contagio.

Es muy utilizada la terapia antirretroviral altamente activa, una combinación de varios fármacos cuya finalidad es impedir que se multiplique el virus. Este tipo de tratamientos se utilizan para que el virus se mantenga “dormido” y que la enfermedad no pueda avanzar.

Recuerda:

  • El VIH es un virus que ataca nuestro sistema inmune y desarrolla el SIDA en las etapas más avanzadas del contagio.
  • Este virus se transmite a través de la sangre y las mucosas, por lo que las relaciones sexuales sin protección son un factor de riesgo.
  • Es recomendable que nos hagamos pruebas de manera periódica para descartar la enfermedad y poder tratarla cuanto antes en el caso de contagio.