La hiperplasia benigna y el láser verde

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La próstata es una glándula que forma parte de los órganos reproductores del hombre y una parte del cuerpo masculino a la que hay que prestar especial atención a partir de los 40 años.

Esta glándula se encuentra unida al cuello de la vejiga de la orina y a la uretra, y entre sus funciones se encuentra segregar el líquido que estimula el movimiento de los espermatozoides.

Una de sus enfermedades más comunes es la hiperplasia benigna (HPB), que consiste en su aumento de tamaño, el cual podría no ser detectado hasta ya avanzado su crecimiento. Por ello hay que prestar atención a síntomas tales como:

  • Dificultad para empezar a orinar
  • Goteo tras haber acabado la micción
  • Incapacidad para interrumpir la micción
  • Disminución del calibre y fuerza del chorro urinario
  • Sensación de no haber vaciado completamente la vejiga
  • Retención de orina
  • Aumento de las veces que se necesita orinar tanto de día y como de noche
  • Urgencia miccional
  • Incapacidad para retener la orina una vez sentidas las ganas de orinar

Esta enfermedad puede detectarse a través del tacto rectal, y lo más recomendable es acudir al urólogo ante la aparición de los primeros síntomas, porque aunque sea benigna puede llegar a causar problemas de salud graves que provoquen un importante deterioro de la calidad de vida.

Esta hinchazón se puede eliminar con láser verde, que se basa en la fotovaporización, es decir, utiliza la potencia del láser para vaporizar completamente el tejido hipertrofiado, al mismo tiempo que coagula en profundidad.

El láser es muy seguro, ya que puede ser utilizado en pacientes que tomen anticoagulantes puesto que no produce sangrado, y es tan eficaz como la cirugía tradicional prostática. Con esta intervención el paciente puede reanudar su actividad normal en unos 3 días, tras haber estado hospitalizado menos de 24 horas.

Esta técnica es un gran avance y es una prestación incluida en ASISA, para más información entra en www.asisa.es.