El otorrinolaringólogo

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Tal vez, más personas de las que pensamos no están seguras acerca de cuál es el papel que desempeña el otorrinolaringólogo en la medicina actual.  Esto puede deberse a la cantidad de patologías en las que está especializado este médico.

La otorrinolaringología es la especialidad médica que trata desde un punto de vista médico y quirúrgico las enfermedades de la nariz, la garganta y el oído. La conexión entre los tres y su capacidad para enfermar juntos hace que sean estudiados por el mismo especialista. Aunque, en los últimos años, el otorrinolaringólogo también estudia y trata enfermedades de órganos próximos o más internos, como ocurre con las enfermedades de la base del cráneo.

¿Cuándo acudir al otorrinolaringólogo?

Se debe acudir al otorrinolaringólogo cuando aparezcan molestias en nariz, garganta y oído que afecten o perjudiquen al desarrollo normal de la actividad diaria. Estas son las manifestaciones más frecuentes:

  1. En el oído: al sentir un dolor constante en el oído, cuando se detecta una pérdida auditiva, aunque sea ligera; zumbidos y pitidos incesantes; inflamación interna, ya que puede ser síntoma de otitis; vértigo al realizar determinados movimientos; e incluso la parálisis facial.
  2. En la nariz: Los ronquidos, la pérdida de olfato, un sangrado nasal regular y prolongado, sensación de tapón constante o las reacciones alérgicas son síntomas frecuentes que pueden venir derivados de patologías relacionadas con la otorrinolaringología.
  3. En la garganta y cuello: hinchazón o dificultad para tragar, aparición de bultos, ganglios anormales… pueden ser síntomas de amigdalitis y vegetaciones, patologías muy frecuentes en los niños que provocan infecciones recurrentes y problemas para respirar y tragar.

Hay que reseñar que las personas fumadoras o que consumen alcohol en exceso son el principal grupo de riesgo que puede padecer enfermedades tratadas por el otorrinolaringólogo. También aquellos trabajadores que se encuentran expuestos regularmente a factores como la exposición a un ruido intenso o a partículas perjudiciales para la salud. Así como algunos deportistas, especialmente los buceadores.

En cualquier caso, pertenezcas o no a este grupo de personas, nunca está de más acudir al menos una vez al año a hacerse una revisión al otorrino para comprobar que todo está funcionando correctamente.