¿Incontinencia urinaria? Tres sencillos pasos para practicar los ejercicios de Kegel

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El envejecimiento, el aumento de peso o el embarazo y posterior parto son cuestiones que afectan a nuestro cuerpo. Y no sólo a la condición física o estética, también de manera interna siendo los músculos de la zona pélvica los principales damnificados. Tras estos procesos es habitual registrar problemas de incontinencia urinaria o descontrol intestinal. ¿Nos pueden ayudar los ejercicios de Kegel?

¿Cuándo deben practicarse los ejercicios de Kegel?

El ginecólogo estadounidense Arnold Kegel diseñó en la década de los 40 unos ejercicios específicos para fortalecer la musculatura de la zona pélvica y acabar con estos incómodos problemas. El objetivo de esta sencilla rutina es evitar los escapes de orina o los dolores que afectan a esa zona del cuerpo, que engloba útero, vejiga, intestino grueso y recto. 

Pero antes de ver los pasos, hay que saber diferenciar los dos tipos de incontinencia urinaria que más afectan:

  • La incontinencia de esfuerzo tiene lugar cuando una actividad o movimiento produce la pérdida de orina al ejercer presión sobre la vejiga. Los ejemplos más claros de esta tipología de incontinencia son la risa, la tos o los esfuerzos físicos como levantar objetos pesados.
  • La incontinencia imperiosa, sin embargo, se produce por la contracción del músculo de la vejiga y origina una sensación de necesidad urgente de orinar. 

Pasos para realizar los ejercicios

La rutina diseñada por Kegel puede ser practicada por hombres y mujeres, aunque éstas últimas suelen ser las más afectadas por la incontinencia. En el caso de los hombres, en la mayoría de los casos está relacionada con problemas de próstata.

Para realizar los ejercicios hay que seguir estos sencillos pasos:

  1. Localiza los músculos de la zona pélvica que vamos a trabajar. Para ello, debemos pensar en las zonas que se aprietan y sueltan cuando vamos a orinar o estamos intentando evitar expulsar una flatulencia. En caso de duda, debemos interrumpir la micción la próxima vez que sintamos ganas. Los músculos que notamos que se contraen son los que debemos trabajar con los ejercicios de Kegel.
  2. Una vez localizados los músculos, debemos contraerlos durante al menos tres segundos y relajarlos durante otros tres segundos. Este paso debe ir acompañado de una respiración profunda y debe repetirse la serie al menos diez veces.
  3. Aunque lo ideal es que en un primer momento los ejercicios de Kegel sean realizados sentados o tumbados en un lugar tranquilo, la práctica nos permitirá practicarlos en cualquier lugar: el coche, en la silla del trabajo, en la sala de espera del médico, etc.

Recomendaciones para hacer los ejercicios

Esta serie puede ser repetida varias veces al día, pero no debemos abusar de ella. Además, los especialistas recomiendan que ciñamos el ejercicio a los músculos pélvicos, evitando la contracción de otros músculos del cuerpo que puedan afectar negativamente a la vejiga. Tampoco deben realizarse durante la micción, ya que podría provocar que la vejiga no se vacíe totalmente y favorecer la aparición de infecciones en el tracto urinario.

En último lugar, debemos ser pacientes. No podemos esperar resultados inmediatos, los primeros efectos comenzarán a producirse al menos un mes después de iniciar al práctica de los ejercicios de Kegel.

Recuerda:

  • La incontinencia urinaria se produce generalmente por el aumento de peso o después de partos y operaciones de próstata.
  • Los ejercicios de Kegel pueden ser repetidos varias veces al día y en cualquier lugar, como el coche o la oficina.
  • Debemos ser pacientes, no podemos esperar resultados inmediatos. No estamos ante una técnica milagrosa.