Cómo hacer una autoexploración testicular

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A veces no es necesario acudir al médico continuamente para llegar a detectar posibles problemas en el organismo, uno mismo puede hacerse pequeñas revisiones periódicas que ayuden a detectar anomalías que después pueden ser consultadas y tratadas con el médico, es el caso de la autoexploración testicular o de mamas.

La autoexploración testicular es un procedimiento sencillo que se realiza en uno o dos minutos, el objetivo es buscar protuberancias o masas en el saco escrotal que pueden ser un indicio de un cáncer testicular. Este tipo de cáncer afecta especialmente a varones entre 15 y 40 años, de ahí la importancia de comenzar la rutina a edad temprana.

Se recomienda llevar a cabo la autoexploración testicular al menos una vez al mes, especialmente para aquellos que posean algún factor de riesgo de padecer la enfermedad, como sufrir atrofia testicular o tener antecedentes familiares.

La mayoría de hombres no realizan esta práctica a menudo debido al desconocimiento de la importancia que conlleva. La autoexploración constituye un factor fundamental para lograr la detección precoz de un posible tumor y, de esta manera, facilitar su curación.

Para llevar a cabo la autoexploración testicular se deben seguir estos sencillos pasos:

  1. Estar de pie durante o después de la ducha, cuando la piel del escroto esta todavía relajada. Y si se hace con las manos enjabonadas, mejor, ya que aumenta la sensibilidad táctil.
  2. Procurar mantener el pene apartado durante el procedimiento.
  3. Palpar el saco escrotal suavemente para localizar un testículo.
  4. Sostener el testículo entre los pulgares y los dedos con ambas manos y rodarlo lentamente.
  5. Buscar cualquier abultamiento duro o masa redonda uniforme. Así como cualquier cambio en el tamaño, forma o consistencia de los testículos. Descubrir alguno de estos síntomas podría indicar una señal de alerta. Los bultos o la hinchazón no implican la presencia de un cáncer, pero es conveniente que el doctor los examine lo antes posible.
  6. Repetir con el otro testículo.

Tras realizar el examen, no hay que preocuparse si un testículo es ligeramente más grande que el otro, ya que es algo normal. No obstante, se debe consultar al médico si se detecta alguno de los siguientes síntomas:

  • Un bulto pequeño y duro, que puede ser indoloro.
  • Dolor o sensibilidad al palpar.
  • Aumento o disminución significativa en el tamaño de un testículo.
  • Acumulación de fluido en el escroto.
  • Alteraciones en la textura de la piel.
  • Dolor consistente en el vientre bajo o la ingle.
  • Ligero agrandamiento o molestias en los pezones.
  • Sensación de pesadez en los testículos.

Recuerda realizar esta autoexploración todos los meses y acudir al urólogo si encuentras anomalías, él se encargará de hacer un examen más exhaustivo y realizar el diagnóstico final.