El comercio justo es un modelo alternativo al comercio convencional. Su objetivo principal es establecer relaciones comerciales basadas en la equidad, la transparencia y el respeto por los derechos humanos y el medio ambiente.
Este modelo económico surgió a finales de los años 40 en Estados Unidos como un freno a los precios elevados, los márgenes abusivos y los intermediarios. Esta propuesta permitió a los productores asegurarse ingresos justos, reducir la intervención de agentes innecesarios y mejorar su acceso a los mercados.
Los 10 principios del comercio justo
El comercio justo se rige por 10 principios fundamentales que garantizan prácticas responsables a lo largo de toda la cadena de producción y comercialización. Estos principios, establecidos por las organizaciones internacionales del sector, son:
- Crear oportunidades para organizaciones marginadas: el objetivo es reducir la pobreza apoyando a productores y trabajadores en situación vulnerable.
- Transparencia y responsabilidad: la gestión debe ser clara y participativa, con canales de comunicación abiertos para todos los actores.
- Prácticas comerciales justas: se prioriza el bienestar de los productores, el cumplimiento de contratos y la prefinanciación cuando se requiere.
- Pago justo: incluye precios, salarios y condiciones de trabajo que garanticen una vida digna para todas las personas implicadas.
- Ausencia de trabajo infantil y forzoso: se respetan los derechos de la infancia y se prohíbe cualquier forma de explotación laboral.
- No discriminación, equidad de género y empoderamiento femenino: se promueve la igualdad de oportunidades, el salario justo y el acceso al liderazgo para las mujeres.
- Buenas condiciones de trabajo: se fomentan entornos laborales seguros y saludables, cumpliendo con las leyes locales y los estándares internacionales.
- Desarrollo de capacidades: prioriza la formación para fortalecer las habilidades de los productores y sus organizaciones.
- Promoción: se da impulso a la información clara y accesible sobre este modelo de comercio, los productos y las personas que los elaboran.
- Acción climática y protección del medio ambiente: se centra en la producción ecológica, la reducción de emisiones y la gestión responsable de recursos naturales.
Estos 10 principios revelan que el comercio justo es una herramienta capaz de transformar comunidades enteras. Detrás de cada producto certificado hay agricultores que mantienen a sus familias, cooperativas que ganan estabilidad y territorios donde la producción se convierte en una fuente sostenible de desarrollo.
¿Cómo apoyar el comercio justo en tu día a día?
Como consumidores, tenemos el poder de transformar la sociedad a través de nuestras decisiones de compra. Al elegir productos que provienen del comercio justo, estamos apostando por una economía más humana y sostenible. Estas son algunas recomendaciones para incorporar esta práctica en tu rutina:
- Compra productos con certificación de comercio justo: busca la etiqueta en alimentos como café, té, azúcar, cacao, frutas, miel o vino, y también en productos de cosmética natural, textiles o artículos del hogar.
- Busca puntos de venta especializados: existen más de 95 tiendas de comercio justo en España, además de herbolarios, tiendas ecológicas y supermercados convencionales que ofrecen estos productos.
- Difunde la importancia del comercio justo: hablar de este modelo de comercio con las personas de tu entorno ayuda a que más gente conozca sus beneficios reales.
Apostar por este modelo de comercio en nuestro día a día, ya sea eligiendo productos certificados, apoyando a organizaciones o compartiendo su importancia, es una manera concreta de contribuir a un mundo más justo. Cada pequeña decisión suma, y nos recuerda que detrás de cada compra existe la oportunidad de generar un impacto positivo real.