Dieta normoproteica: todo lo que necesitas saber

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Existen multitud de dietas para adelgazar, pero todas deben aportarnos nutrientes suficientes para poder desarrollar nuestras actividades sin problemas. Diversos estudios han demostrado que las proteínas son un nutriente esencial para la formación y reparación de tejidos como los músculos y los huesos. Por eso, las dietas que mantienen o incluso aumentan la ingesta de proteínas son efectivas para adelgazar sin perjudicar el estado de músculos y huesos. Este es el caso de la dieta normoproteica. 

Investigadores de la Universidad de Harvard estudiaron en los años 70 una dieta que mantenía el aporte necesario de proteínas, mientras que reducía el de las grasas y glúcidos. Así, este tipo de dieta aporta solamente las proteínas necesarias para mantener la masa ósea y muscular. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada persona debe ingerir diariamente entre 0,8 y 1 gramo de proteína por cada kilo de peso. Las dietas que aportan más de esa cantidad, se consideran ya hiperproteicas.

Fases de la dieta normoproteica

La dieta normoproteica consta de tres fases, pero cada una no tiene una duración concreta. La duración puede variar en función de cuánto peso queramos perder y de las circunstancias de la persona. El historial médico, alergias o la estabilidad emocional pueden afectar a la duración de estas fases.

  1. Etapa estricta: en esta etapa, se priorizan los productos con proteínas de alto valor biológico. Al mantener estos nutrientes y reducir los hidratos de carbono, el cuerpo entra en cetosis y comienza a utilizar la grasa como fuente de energía y, por tanto, eliminándola.
  2. Etapa de transición: se van introduciendo poco a poco los alimentos glúcidos y grasos, de forma que el cuerpo abandona la cetosis. El proceso de adelgazamiento se vuelve más lento.
  3. Etapa de mantenimiento: terminan de reintroducirse todos los tipos de alimentos en la dieta. En esta fase, es importante crear hábitos de alimentación saludables y adaptados a nuestro ritmo de vida para evitar recuperar el peso y mantener nuestra alimentación equilibrada.

Precauciones que debemos tener en cuenta al comenzar la dieta

La dieta normoproteia puede utilizarse de manera individual en procesos de pérdida de peso de pocos kilos. Sin embargo, cuando la bajada de peso que se busca es mayor, es importante acudir a un especialista que pueda evaluar nuestro caso. Además, son dietas que requieren un compromiso a largo plazo para crear hábitos de vida saludables y evitar de esta manera el temido efecto rebote.

A la hora de perder peso, es crucial trabajar sobre los cambios de hábitos, es decir, formas de alimentación y hábitos de vida que podamos mantener en el tiempo y que nos ayuden a estar saludables. Asimismo, debemos desconfiar de las dietas milagro y de aquellas fórmulas que sean excesivamente restrictivas y que prometan drásticas reducciones de peso en poco tiempo. Y recuerda, ¡ponte siempre en manos de un profesional!

Recuerda:

  • La dieta normoproteica asegura un aporte de proteínas suficiente para mantener los músculos y huesos en buen estado
  • Consta de tres fases que durarán más o menos en función de la persona.
  • Para evitar el efecto rebote, es importante crear hábitos de vida saludables a largo plazo.
  • Recuerda siempre ponerte en manos de un profesional.